A simple vista, las diferencias son claras. Para la salud, ninguna es realmente buena. Cómo se obtiene cada tipo y qué aportan al organismo.
A la hora de endulzar, realizar un poste o elaborar una receta, la mayoría de los argentinos utiliza el azúcar blanca. Sin embargo, existen otros dos tipos: la rubia y la morena. Las tres cumplen la misma función básica, la de endulzar. Ahora, ¿todas son lo mismo?
Para desentrañar lo más recóndito sobre los diferentes tipos de azúcar, qué aportan al organismo, de dónde se obtienen y cómo se elaboran, Tu Díaconsultó a la doctora María Alejandra Rodríguez Zía, endocrinología y especialista en medicina biomolecular (www.ortomolecular.com.ar).
Respecto del proceso de elaboración, la médica detalló cada paso. La caña de azúcar y la remolacha son exprimidas para extraer su jugo. A esos jugos se les quita casi toda el agua, obteniendo como resultado el azúcar negra.
El azúcar negro es cocida a 350ºC con leche de cal y cal viva. Así, se destruyen todas las vitaminas, las enzimas y los minerales orgánicos. Luego, se blanquea mediante tratamientos con ácido carbónico y anhídrido sulfuroso. El producto así obtenido es el azúcar rubia.
El azúcar rubia es tratada con carbón y ácido sulfuroso para filtrarlo y decolorarlo. Finalmente, se la tiñe de blanco con E130, un colorante extraído del alquitrán, muy toxico. Así es obtenido el azúcar blanca refinado.
“Las diferencias son claras en la parte visual, la contextura y la composición fisicoquímica. Para la salud, ninguna es realmente buena. Todas son adictivas y estimulan la insulina, única hormona que genera la síntesis de grasa, colaborando con la aparición de la diabetes”, sentenció Rodríguez Zía.
Sobre los aportes de este ingrediente al organismo, la endocrinóloga fue contundente: “todas aportan la misma cantidad de calorías, excesiva, y no contribuyen con ningún valor nutricional a la alimentación”.
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- Miel orgánica.
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- Dátiles.
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- Stevia natural.
Todo sobre el azúcar
• El alto consumo de azúcar es el principal culpable de la mayoría de las enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, obesidad, arterioesclerosis, cáncer, Alzheimer, eczema, síndrome premenstrual.