Ingerir demasiado azúcar es tan tóxico para la salud como el abuso de bebidas alcohólicas y el cigarrillo. Lo asegura la ciencia, pero no hace falta darle demasiadas vueltas a la cuchara para demostrar que esta dulce tentación blanca tiene más efectos negativos en la salud de lo que se cree.

Ni demonio condenado al olvido, ni ángel merecedor del cielo. El azúcar posee una impresionante capacidad adictiva y no contiene ninguna de las vitaminas o minerales que el cuerpo necesita para procesarla. Sin embargo, su consumo es necesario para el organismo. El punto es que ya se encuentra presente en muchos de los alimentos procesados que se consumen a diario, y en frutas y verduras.

Tu Día le preguntó a María Alejandra Rodríguez Zía, endocrinóloga de la UBA y autora de la página www.medicina-biomolecular.com, qué pasa cuando se consumen grandes cantidades de azúcar, en forma directa o mediante la industrialización de los alimentos, y cuáles son las consecuencias de eso.

“Las personas que comen grandes cantidades de azúcar, en sus diferentes formas, serán obesas o tendrán sobrepeso, sobre todo las sedentarias”, sentenció la especialista. Y aclaró que este camino también conduce a todas las complicaciones de la obesidad, como los infartos cardiovasculares, cerebrales, la hipertensión arterial, la artrosis, los cálculos de vesícula y el cáncer.

Según detalló Rodríguez Zía, está científicamente comprobado que la vida se prolonga si se consumen menos calorías (azúcar y harinas refinados) y se aumenta la ingesta de nutrientes. “Podría decirse que el bienestar o la satisfacción que brinda el consumo de azúcar en todas sus formas es tan efímero como dañino”, agregó.

Respecto de las consecuencias negativas para la salud, la endocrinóloga aseguró que ingerir azúcar genera adicción. Su alto consumo, junto con la contaminación ambiental y el sedentarismo, son los principales culpables de la mayoría de las enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, arterioesclerosis, obesidad, cáncer, mal de Alzheimer y enfermedades autoinmunes.

Cómo evitar que haga tanto daño

» Si bien el azúcar está directamente desaconsejado en la dieta diaria, para quien no logra acostumbrarse, María Alejandra recomendó que no se absorba rápido.

» Si alguien quiere tomar café con azúcar, o comer golosinas, es mejor tener el estómago lleno con alimentos que se absorban poco, como los vegetales verdes, el salvado de trigo o de avena y la cáscara de la fruta.

» Reemplazar las gaseosas por agua con limón o todo tipo de jugos de frutas y verduras frescas y crudas.

» En lugar de golosinas, comer frutas secas. Lo ideal son las nueces y los higos desecados.

» Preferir siempre las harinas integrales.

¿Ángel o demonio?

» El azúcar no sólo no aporta nada desde el punto de vista nutricional, sino que roba al organismo minerales y vitaminas.

» Su ingesta distorsiona las hormonas, pues el sistema endocrino está compuesto por un gran número de glándulas interconectadas.

» Los efectos de su consumo son: deprime el sistema inmune, envejece el cuerpo, crea inflamación, cambios raros de humor y síndrome premenstrual, entre otros.

» También genera un estado en el cerebro de falta de oxígeno, de acidosis y de estimulación de la química cerebral que se relaciona con la ansiedad y la hiperexcitabilidad.

Crece el consumo

En las últimas dos décadas, el consumo de azúcares añadidos se incrementó un 50 por ciento en la dieta argentina.

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