Lo que cada persona consume, se vincula con la autoestima, la potencialidad y el bienestar en cuerpo y mente. Qué dice sobre cada uno la comida.

Comer es un acto cotidiano e indispensable que se relaciona tanto con la supervivencia como con las enfermedades. Es también un acto social, más a allá de lo nutricional. Pero la alimentación también puede re significar la vida, desde el humor, el sueño o el deseo. Lo que cada uno ingiere, habla mucho sobre esa persona.

Entonces, ¿Qué dice sobre la gente aquello que come? Según María Alejandra Rodríguez Zía, endocrinología y especialista en medicina biomolecular, la mayoría de las enfermedades son producidas o desencadenadas por los malos hábitos alimenticios. “Podemos afirmar que de mí depende que se exprese o no una afección en mi cuerpo”, agregó.

En ese sentido, la especialista explicó que la comida también influye en las emociones. “El acto de comer es mucho más que un instinto de supervivencia o satisfacer una necesidad vital. Para algunos es un suplicio, para otros un placer, y hay quien lo vive como una obsesión. Otros utilizan la comida para calmar su malestar, ansiedad o vacío vital”, graficó.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), la máxima autoridad en salud del planeta, se predica la dieta mediterránea. Es decir, comer diariamente frutas y verduras en mayor cantidad, pescado hervido o a la parrilla y aceite de oliva extra virgen crudo.

Reducir las carnes rojas a dos veces por semana e ingerir cereales no refinados, como el arroz integral o el trigo burgol, en relación con la actividad física que se realice.

Los dulces refinados y el alcohol son recomendados en porciones escasas, excepto el vino tinto que se recomienda tomar un vaso promedio por día.

Rodríguez Zía aconsejó cambiar los hábitos alimenticios para reforzar nuestra autoestima. “Cuando intoxicamos el cuerpo con alimentos ricos en grasa y azúcares, y carentes de nutrientes, vamos a sentir pesadez, cansancio, debilidad muscular. En cambio, si lo que comemos son fuentes ricas de nutrientes, la energía muscular, la energía cerebral, el sueño y la libido sexual van a mejorar”.

Cómo ser, desde la comida

  • La OMS recomienda seguir la dieta mediterránea, asociada desde siempre a la buena salud y un buen corazón.
  • Consiste en una abundancia en vegetales, fruta fresca, cereales integrales, aceite de oliva y nueces. 
  • También cuenta con aves de corral y pescado, en vez de mucha carne roja, manteca y grasa animal.

 

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