La iatrofobia es algo más habitual de lo que se cree. El miedo incontrolado, anormal e injustificado a los médicos puede tener consecuencias para la salud. De qué se trata y cómo controlarlo.
El miedo a los médicos, o iatrofobia, paraliza a muchas personas que optan por no consultar ni siquiera en un caso de resfrío. Sin embargo, esta fobia social puede tener repercusiones graves en la salud de los afectados. Aunque el desarrollo de este trastorno es más usual en la infancia y en los primeros años de juventud, también hay adultos que lo pueden sufrir.
Según un estudio realizado por la Secretaría de Investigación de la Universidad Siglo 21, en base a la opinión sobre actitudes y conductas hacia el cuidado de la salud, 4 de cada 10 argentinos directamente no va al médico. Los motivos expuestos son muchos y variados y el miedo es la explicación en algunos casos.
“Muchos encubren este miedo diciendo que el médico no sabe más que ellos acerca de su salud. Aluden a que les van a encontrar algo y con los tratamientos van a enfermar. Otros, no le temen a la presencia del doctor ni a los tratamientos pero necesitan una alta dosis de valentía para pisar un consultorio”, explicó María Alejandra Rodríguez Zía, endocrinología y especialista en medicina orthomolecular.
El desarrollo de este trastorno está asociado a experiencias de consultas anteriores, situaciones traumáticas en la infancia, al contagio de enfermedades o al resultado de los exámenes. Para Rodríguez Zía, hoy el miedo a los médicos es la consecuencia de la despersonalización de la medicina.
“Al perderse el médico de cabecera, los pacientes se quedan sin el director de orquesta, que es el que más sabe de música entre los músicos, aunque no sepa tocar destacadamente un instrumento. Esa carencia es la que lleva, justificadamente, a la población a alejarse de la medicina”, opinó la especialista.
Cómo curar la fobia al médico
- Volver al médico de cabecera. Crear un lazo de confianza con ese mediador entre las ciencias duras y el paciente.
- Verbalizar el miedo y contar con el apoyo de la familia puede ayudar a superar la fobia.
- Determinar el origen del miedo es un buen recurso para poder visualizarlo y superarlo.
- La mejor arma contra el miedo es la información.
- Hablar con el médico sobre ese miedo.
- El diálogo también permite que el médico conozca a su paciente. Así, ambos pueden construir una relación de confianza.
Ya lo saben
Las personas con un mayor nivel de estudios son las que más recurren a la automedicación y tienen menos disposición para acudir a un médico.