La osteoporosis es la reducción de la masa ósea. Se produce de manera silenciosa, progresiva y sin síntomas. Sin embargo, no hay que tenerle miedo desde jóvenes, sino educar en la prevención.
La osteoporosis aparece con mayor frecuencia en mujeres posmenopáusicas y en personas de tercera edad de ambos sexos. Aunque es una enfermedad que se diagnostica y se manifiesta a edades avanzadas, su desarrollo viene condicionado tanto por factores genéticos propios de cada organismo como por hábitos y conductas vividas desde la niñez.
No por eso hay que tenerle miedo desde jóvenes, sino educar en la prevención. Incluso, salvo casos puntuales, no son necesarias las mediciones de la densidad ósea antes de los 30 años.
En algunos contextos, sin embargo, tiene gran sentido y criterio médico medir la densidad ósea de personas jóvenes, por ejemplo aquellos que han pasado por un sedentarismo extremo. También en los casos de anorexia nerviosa y adictos a drogas o alcohol.
La doctora María Alejandra Rodríguez Zía, endocrinóloga y especialista en medicina orthomolecular, insiste en no temerle a la osteoporosis pero sí hacer hincapié en la prevención. Por eso, describe nueve errores que se suelen cometer y que dañan los huesos.
Nueve errores que dañan tus huesos
- Mala nutrición. Cuando no ingerimos alimentos con suficientes proteínas y minerales, podemos generar falta de minerales en los huesos. Estos son esenciales para su normal desarrollo y fortalecimiento.
- Hábitos poco saludables. Hasta los 30 años, son muy importantes todos los hábitos de una persona. El resultado de eso será un hueso sano y, por lo tanto, de una densidad mineral ósea alta. De lo contrario, el hueso será débil.
- Ausencia de ejercicio físico. Aquella persona que desde la infancia, y hasta los 30 años, no hizo actividad física, no favoreció el mejor y más importante período de mineralización y crecimiento del hueso, acompañando a la hormona de crecimiento. Además, el ejercicio previene las caídas a toda edad.
- Vivir con estrés. El estrés libera una hormona llamada cortisol, que hace que se eliminen del hueso el calcio y otros minerales, como el fósforo y el magnesio. Es decir que el cortisol degrada la matriz ósea, especialmente en personas que tengan cortisol alto por estrés crónico.
- Fumar, tomar café y beber alcohol. Conviene evitar el alcohol, el café y el tabaco en exceso. Las personas que son adictas a estas sustancias disminuyen su densidad ósea.
- Músculos sin ejercitar. A la edad adulta (40/50 años) y a edades muy avanzadas (después de los 80), el ejercicio mantiene la función del músculo, que ejerce un estímulo electroquímico sobre el hueso. Es decir que se puede conservar la masa muscular gracias al ejercicio, y además estimular el equilibrio.
- Menopausia sin preparación. Cuando la mujer llega a la edad de la menopausia, y el hombre llega a una edad más avanzada (la andropausia), la densidad ósea cae. Pero todo depende de cómo haya llegado la persona a esa etapa de su vida y qué hábitos saludables haya tenido. Esto hará que en algunos, la densidad ósea caiga más y en otros menos.
- Riesgo de fracturas. A todos les llega el momento de la pérdida de minerales, por falta de hormonas propias del envejecimiento. Esto no es producto de una enfermedad, sino por un proceso fisiológico. Por eso, a mayor cantidad de densidad, matriz y mineralización del hueso, menor riesgo de fracturas.
- Falta de prevención. El hueso se comienza a formar desde la panza de la mamá, pero se mineraliza a lo largo de toda la infancia y adolescencia. Por eso es necesaria una buena nutrición y la realización de actividad física desde pequeños.