Comer carne procesada, como salchichas, hamburguesas o embutidos, aumenta el riesgo de sufrir cáncer. Incluso la carne roja, tales como vacuna, cerdo, caballo, cordero, cabra, es también probablemente carcinógena. Así lo determinó días atrás la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque horas después volvió sobre sus pasos y relativizó el dictamen, la noticia provocó entredichos y puso en duda las reglas alimenticias.

En un principio, el organismo concluyó que este tipo de alimentos es carcinógeno para los humanos, y lo incluyó en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud junto con el humo del tabaco, el alcohol y el plutonio. Sin embargo, y luego del revuelo, la autoridad sanitaria aclaró que en realidad se aconsejaba un consumo moderado de carne en conserva para reducir el riesgo de cáncer.

De todos modos, las dudas en torno a este tema no desaparecieron. Y la gran incógnita sigue siendo por qué la carne puede producir cáncer. Para María Alejandra Rodríguez Zía, endocrinóloga especialista en medicina orthomolecular, hay que partir de la base de que hoy en día la cría de animales es muy diferente a la de hace 30 años atrás.

“Los animales ingieren una gran cantidad de pesticidas. Son engordados de manera antinatural con alimentos difíciles de digerir. Son criados de forma sedentaria. Al no comer pasto, están privados de la fibra. El resultado de este tipo de cría animal es una carne más rica en grasa que lo que debería de ser, altamente oxidable y con un elevado contenido de antibióticos y pesticidas”, detalló la especialista.

En cuanto a los embutidos, Rodríguez Zía explicó que la industria cuenta con productos aditivos que son, en su mayoría, conservantes conocidos como nitritos y nitratos. Estas sustancias pueden ser eliminadas por el hígado, pero si se acumulan dentro de las células, pueden generar cáncer de colon, de hígado y de cualquier otro órgano. “Por cada kilo de carne de cerdo que entra en procesamiento, salen tres kilos de procesado. Ya no hablamos de aditivos, sino de una enorme cantidad de productos para aumentar volumen”, recalcó.

Así y todo, se sabe que el consumo de carne tiene beneficios para la salud (contiene nutrientes esenciales y aporta proteínas y hierro). Muchas recomendaciones, incluso ahora la OMS, aconsejan limitar la ingesta de carne roja y procesada, que además aumenta el riesgo de muerte por enfermedades del corazón, diabetes y otras enfermedades.

Cómo reemplazar la carne

    • Para garantizar los aminoácidos esenciales, hay que combinar legumbres con cereales.
    • Para obtener una proteína completa sin consumir carne, se puede combinar legumbres, frutas secas y semillas o cereales integrales y lácteos.
    • Algunos alimentos fuente de hierro son las legumbres  y derivados, cereales integrales, hortalizas de hoja verde, yema de huevo y frutas secas.
    • Antes de realizar un cambio en la alimentación, primero hay que consultar con un médico para asegurar el aporte de todos los nutrientes.

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