Las ventajas de andar descalzos son muchas. Hasta la ciencia se encargó de demostrar que es algo beneficioso para la salud. Seis especialistas explican por qué.

Sacarse los zapatos, para muchos, es la verdadera libertad. Lo que no saben, quizás, es los muchos beneficios que tiene andar descalzos. Seis especialistas analizan, desde su disciplina, los efectos que esto tiene en la piel, las articulaciones, el organismo, la biomecánica y la mente.

1. Es una forma de curación.

María Gabriela Fernández Ortega, psicóloga del Instituto Sincronía, especialista en estrés, ansiedad y emociones

Andar descalzo tiene más beneficios de los imaginados. Desde el punto de vista emocional, regula los niveles de energía y alivia los síntomas de decaimiento físico. Alivia el estrés y la ansiedad ya que al estar rodeado de naturaleza, el contacto con la tierra nivela nuestro ritmo interior. También ayuda a aliviar los síntomas de la depresión y los estado de ánimo bajos.

Caminar descalzo se convierte en algo más que un ejercicio; es una forma de curación, de eliminar el estrés y sustituirlo por un estado de ánimo mucho más positivo y sanador.

Desde el punto de vista médico, produce alivio para los dolores musculares y articulares. Alivia síntomas de artritis reumatoidea, previene la inflamación y mejora ostensiblemente los problemas relacionados a la distensión abdominal. Mejora la actividad del sistema inmune, los niveles de glucosa en personas con diabetes y los trastornos del sueño.

Como ir sin zapatos fortalece los pies y mejora la circulación sanguínea, ayuda a mantener el correcto flujo de sangre hacia las extremidades, calma los pies fríos y los problemas relacionados a la hipertensión.

2. Mejora el retorno venoso.

Marcelo Barroso Griffiths, quiropráctico

Andar descalzo genera mayores beneficios de los que uno supone. El contacto con las superficies naturales (pasto, tierra, agua, arena) genera un relax general, disminuye el estrés físico, mejora el retorno venoso y fortalece las paredes de las venas. En los niños, por ejemplo, libera a los pies para que el apoyo sobre el suelo permita una mejor formación del arco.

Pero, a decir verdad, no todas son loas en el andar sin calzado. El contacto directo con el suelo genera mayor deshidratación de la piel, por lo que se agrieta, y si el suelo no está limpio también es una vía de entrada para agentes externos. Además, la columna vertebral puede padecer ante la falta de calzado adecuado, ya que los músculos reciben el impacto directo, se contracturan y nos hace perder movilidad articular disminuyendo nuestra flexibilidad.

3. Fortalece los pies.

Silvia Estrada, podóloga

 

Caminar descalzos, en una superficie lisa y limpia o sobre el pasto, fortalece los pies y mejora la circulación sanguínea. Los pies se liberan de las tensiones del calzado, se relajan y respiran. La pisada es más amortiguada, lo que facilita la posición sobre el piso evitando sobrecargar músculos y huesos. Así, el impacto del peso del cuerpo está más repartido y se evitan lesiones.

4. Mejora la capacidad de movimiento.

Monika Correia Nobre, astróloga y directora de Astroflor

En el encuentro con uno mismo, a través de la meditación o de ejercicios de relajación, se necesita estar sin zapatos. Más allá de la sensación de alivio y bienestar que sentimos con los pies libres, existe una enorme e invisible cantidad de hechos que ocurren en nuestro organismo por andar descalzos. Muchos de esos beneficios guardan relación con la cualidad electromagnética de los organismos biológicos.

Nuestra piel es un excelente conductor eléctrico y el mejor lugar para conectarse es justamente el centro del pie, un punto muy conocido en la medicina china que naturalmente nos causa mucha relajación y placer cuando lo masajeamos. Este es el mejor lugar del cuerpo para hacer una saludable descarga a tierra.

Caminar descalzos mejora la capacidad de movimiento real frente a las experiencias de la vida en general. Los dedos de los pies nos afirman en cualquier circunstancia y con la mayoría de los zapatos disminuimos nuestro agarre a la vida.

5. Sanar heridas.

María del Carmen Andrada, dermatóloga

Al quitarnos el calzado, la piel de los pies queda desprotegida y más expuesta a las agresiones, bacterias y gérmenes. Ante ese panorama, la zona se puede deshidratar más fácilmente, por eso no hay que descuidar la limpieza e hidratación de los pies. Andar un rato descalzo es una buena oportunidad para que los pies respiren correctamente y puedan sanar heridas o eliminar hongos.

6. Descarga a tierra.

María Alejandra Rodríguez Zía, endocrinóloga especialista en medicina orthomolecular

Es favorable, por ese contacto con la tierra que habitualmente no tenemos y que nos disocia bastante. En este contacto, a nivel físico, sabemos que muchas veces hacemos descargas a tierra. El cuerpo es energéticamente electromagnético, y tiene todo el tiempo descargas eléctricas. Psicológicamente viene bárbaro estar en contacto para sentir que de ahí salimos. O sea, que estamos en contacto con el polvo.

Desde el punto de vista circulatorio, es excelente andas descalzo sobre la arena mojada, tanto por la temperatura como por esa sensación de caminar haciendo un exprimido de los músculos de la planta del pie, que genera  un aumento de la circulación venosa. Es excelente para las embarazadas que tienen retención de líquido fisiológico.

  • Ventajas de andar descalzo

» Beneficia el ritmo cardíaco, mejora la circulación y regula la presión sanguínea.

» Disminuye los procesos inflamatorios.

» Aumenta las defensas frente al estrés.

» Elimina la contaminación electromagnética indeseada.

» Mejora el rango del movimiento físico.

» Equilibra el cuerpo y el movimiento de la espalda.

» Fortalece la creación del territorio de liderazgo.

» Permite aumentar el agarre a la vida.

» Mejorar la creatividad.

» Da libertad para ser naturalmente uno.

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