Los tratamientos de medicina ortomolecular son preventivos y curativos. Cuando las patologías ya avanzaron en forma silenciosa como la artrosis, la hipertensión, la enfermedad coronaria y cerebrovascular, la pérdida de la memoria, la diabetes e incluso el cáncer; la medicina convencional no ofrece respuestas.
La medicina ortomolecular llega antes, pudiendo usar micronutrientes para reparar una bioquímica alterada. Al combatir la enfermedad preexistente se puede volver a poner el motor en marcha, sabiendo prevenir futuros desarreglos para mantener la calidad de vida. La quelación es un ejemplo de tratamiento para desintoxicar el cuerpo de metales pesados. Esto se realiza con EDTA, aminoácido que se da por vía endovenosa. Este tratamiento hoy es prioritario en la prevención de las enfermedades cardio y cerebrovasculares y el cáncer, entre otras. Otro ejemplo está en el uso de la arginina, aminoácido que se usa en el tratamiento de la hipertensión arterial. Hoy esto es una verdad científica, dado que nuestro cerebro envía moléculas a cada célula del cuerpo y éstas moléculas cambian con cada pensamiento y emoción. Pueden aumentar o disminuir sin mediar drogas extrañas al organismo, sólo por medio del uso de vitaminas, minerales y aminoácidos que las neuronas tomarán para equilibrar la química cerebral. Así se pueden superar muchas alteraciones emocionales a las que nos lleva nuestra civilización.
Todo se origina en una idea o emoción que se transforma en neuroquímica y asi nos enfermamos o nos sanamos.
Rejuvenecimiento interno con medicina ortomolecular
Por medio del uso científico de la Medicina Ortomolecular y el estudio del “sistema antioxidante interno” estamos en condiciones de defender cada parte de las células del ataque de los radicales libres.
En términos generales, por medio de la antioxidación específica para cada organismo se puede enlentecer el envejecimiento cerebral, articular y de todos los tejidos. Es fundamental detener el envejecimiento de las arterias y recuperar su elasticidad dado que “tenemos la edad de nuestras arterias”.
Podemos lograr el “bienestar físico-psíquico-social y espiritual” – definición que la OMS dio de salud en 1998-, aún a los 100 años de edad cronológica.
El rejuvenecimiento externo aportado hace mucho por la cirugía plástica y la medicina estética son muy valiosos, pero poco sentido tienen sin una regeneración interna. Uniendo ambos campos logramos la verdadera “revolución cronológica”.
Evidencias científicas
El oxígeno es indispensable para la vida, pero puede ser tóxico cuando los seres vivos son expuestos a concentraciones mayores de la atmosférica, desencadenando daños que pueden llegar a la muerte celular.
Hay ejemplos muy claros de muchas patologías que se previenen o mejoran si se trata el daño oxidativo. Por ejemplo:
a) La ceguera de los prematuros de bajo peso es producida en un 25% de los casos por el daño oxidativo de la retina. Este se produce por la combinación del oxígeno hiperbárico con los rayos ultravioletas. De este modo la retina se oxida en forma masiva. Este daño es totalmente prevenible con el tratamiento con vitamina E y C.
b) Se demostró en la enfermedad de Alzheimer, en la Demencia Vascular y en la Enfermedad de Parkinson el aumento del estrés oxidativo.
Esto se correlacionó con el progreso de la enfermedad y con el deterioro cognitivo. Tanto es así, que el seguimiento y control de los tratamientos de estos pacientes sería con marcadores del estrés oxidativo y el uso de antioxidantes.
( Departamento de Química Analítica y Fisicoquímica, Cátedra de Química general e inorgánica. Laboratorio de Estrés Oxidativo en Patologías Humanas).
c) Estrés Oxidativo y HIV: Hay una correlación directa entre el estrés oxidativo y la disminución de los linfocitos T CD4. (Pharm, res, 47,217-224-2003, N.ENGL.J.MED, 349, 24: 2283-5.).